El jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, general del Aire Francisco Braco Carbó, expone en el XVII Seminario ‘Los Satélites como un elemento clave para la Defensa y las aplicaciones gubernamentales’ el presente y el futuro del ámbito aeroespacial. El seminario, organizado por HISDESAT, se ha convertido en un foro de análisis y de debate sobre el mundo espacial dentro del ámbito de la seguridad y la defensa nacional. Para ello, han participado los principales actores tanto del Ministerio de Defensa y otras instituciones del Estado, como de la industria civil.

Así, bajo el título de ‘El Espacio, dominio operacional’, el JEMA aseguraba que en su primer año en el cargo “he podido constatar el crecimiento exponencial de la relevancia del poder aeroespacial y en particular, la atención dedicada al dominio espacial desde el prisma de la seguridad y la defensa”.

Asimismo, afirmaba que España es un país que, por encima de todo, aboga por el uso responsable del espacio, lo que no excluye contar con capacidades eficaces para disuadir y, llegado el caso, defender. “Es ahí donde reside la necesidad de contar con un ejército del Aire y del Espacio preparado, equipado, adiestrado y alistado con la misión de proteger nuestros activos, garantizar el empleo de nuestros sistemas satelitales y asegurar la libertad de acción en y desde el espacio”, añadía.

Un espacio que supone un dominio más de las operaciones, “donde se generan efectos en apoyo de la fuerza conjunta, pero también donde los efectos generados en otros dominios contribuyen a asegurar la operación en el espacio, de forma que se alcancen los objetivos estratégicos militares”. 

El general del aire Braco argumentaba que en este ámbito cabe plantearse diferentes preguntas: “¿Qué implica explotar el espacio como dominio operacional?, ¿qué necesitamos en el ejército del espacio, como responsable de preparar las capacidades necesarias, para poder cumplir nuestra misión en el espacio como dominio operacional?”

Así lo explicaba destacando que, en primer lugar, y por encima de todo, “debemos conocer lo que ocurre en el dominio espacial para poder llevar a cabo un proceso de toma de decisiones fundamentado”. Para ello, es necesario disponer de disponer de Space Domain Awareness (SDA), entendido como la continua comprensión, percepción y el entendimiento de todos los aspectos asociados con el dominio espacial, incluyendo todos los segmentos de sus sistemas, y su impacto operativo en todos los dominios. Esto abarca también el conocimiento y comprensión de políticas, patrones de comportamientos, capacidades, limitaciones, vulnerabilidades y amenazas de potenciales adversarios.

Disponer de esta SDA facilita la atribución de los intentos o acciones hostiles ocurridos en el dominio espacial, “cuestión de vital importancia a la par que de difícil consecución pues como he mencionado antes, muchas cosas en el espacio no son lo que parecen a primera vista y además son difíciles de atribuir”, afirmaba el JEMA.

El responsable de cumplir con esta misión de vigilancia del espacio es el Mando del Espacio, que cuenta para ello con el Centro de Operaciones y Vigilancia Espacial (COVE). “Misión que realizamos 24/7, no solo en beneficio de las operaciones militares —incluido el apoyo a la sociedad, como en ocasiones de DANA o incendios forestales—, sino también para que todos los usuarios puedan disfrutar de los servicios proporcionados por nuestros satélites, monitorizando permanentemente su seguridad y defensa”.

Pero para llevar a cabo esta misión es necesario contar con la cooperación a todos los niveles. Cooperación dentro de la Administración General del Estado, siendo la Agencia Espacial Española su máximo exponente; la cooperación entre el Ministerio de Defensa y la industria aeroespacial, pues sin un nexo público-privado fuerte, que reme en la misma dirección, no es posible progresar; la cooperación con las universidades, con las que el Ejército del Aire y del Espacio mantiene numerosos convenios sobre formación, investigación y otras actividades conjuntas; y, por supuesto, cooperación internacional, tanto a nivel multinacional como bilateral.

Cabe destacar que además de saber qué ocurre en este dominio, el general del Aire Braco explicaba que es fundamental contar con una estructura de mando y control eficaz. “En España, en la estructura de mando y control para las operaciones a las órdenes de JEMAD, sobre el Mando del Espacio se constituyen el Mando Operativo Espacial (MOESPA) y el Mando Componente Espacial (MCESPA)”.

En este sentido, en el EA se están haciendo importantes progresos en la formación del personal, principalmente desde las academias, con especialidades específicas como la de defensa y control aeroespacial, pero también a lo largo de la carrera, adaptando los cursos de Operaciones Espaciales nacionales impartidos en nuestra Escuela de Técnicas Aeroespaciales, y asistiendo a cursos en otros países y organismos internacionales.

En cuanto a los procedimientos de empleo, el general confirmaba que no sólo se trabaja a nivel nacional, sino también se colabora activamente en los desarrollos conceptuales en curso en la OTAN y la Unión Europea. Asimismo, para explotar el espacio como dominio de las operaciones, “es imprescindible disponer de libertad de acción para actuar y generar efectos de manera coordinada con otros dominios, en el marco de las operaciones multidominio”.  Para lo que se necesitan capacidades tecnológicamente avanzadas, robustas y resilientes por diseño ante ataques cibernéticos, electrónicos o físicos, de forma que puedan operar en entornos degradados u hostiles.

Para ello, el EA tiene en marcha varios proyectos junto con actores de la industria de Defensa, como una nueva herramienta de conocimiento y control de la situación espacial implantada en el COVE; una Red de Observatorios Robóticos y otra de sensores pasivos de radiofrecuencia para inteligencia electrónica espacial desde la Tierra; un radar de seguimiento, siguiendo el mismo modelo que el actual radar de vigilancia de Morón, entre otros.

El EA ya es una fuerza aeroespacial

La misión del Mando del Espacio (MESPA) es asegurar y salvaguardar que los sistemas espaciales de interés puedan realizar su misión de forma ininterrumpida, garantizar nuestro derecho de acceder al espacio y contribuir a la superioridad de la fuerza conjunta con las capacidades espaciales, a la vez que se dificulta la del adversario.

El MESPA tiene sus capacidades preparadas y alistadas para ser empleadas en la estructura operativa como mando operativo o componente espacial (MOESPA o MCESPA) cuando sea necesario.

Mediante la creación y consolidación del MESPA, España, las Fuerzas Armadas y el Ejército del Aire y del Espacio han dado un salto cualitativo en línea con el dado por otras naciones de la UE y de la OTAN. El aumento de la actividad del MESPA ha sido exponencial en su primer año de vida, pasando a ser una referencia entre las estructuras espaciales análogas de nuestro entorno.

El MESPA y sus unidades, CESAEROB y COVE, aúnan la mayor parte de los conocimientos en este nuevo dominio operacional, lo que lo convierte en un organismo particular, especial y esencial en las Fuerzas Armadas para el desarrollo de conceptos de empleo y planeamiento de capacidades para operar en el espacio ultraterrestre.