La Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada cumple 75 años
La Escuela Militar de Paracaidismo no ha dejado de formar paracaidistas de los tres ejércitos, además de personal de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de países aliados. Al acto conmemorativo ha asistido el rey Felipe VI.
La Base Aérea de Alcantarilla es la sede de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada (EMPPP), centro docente militar de referencia donde se otorga la capacitación inicial básica a todo el personal de las Fuerzas Armadas (FAS) en tres ámbitos: paracaidismo, Joint Terminal Attack Controller (JTAC) y supervivencia, evasión, resistencia y extracción (SERE).
La escuela fue creada hace 75 años y desde entonces y hasta la actualidad no ha dejado de formar paracaidistas de los tres ejércitos, además de personal de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de países aliados. Para ilustrar el trabajo realizado baste decir que en la escuela se han realizado casi 2000 cursos, se han formado alrededor de 120 000 alumnos y se han ejecutado alrededor de un millón y medio de saltos. La plantilla orgánica es de 494 efectivos.
Desde que el 23 de enero de 1948 un grupo de oficiales del Ejército del Aire saltara por primera vez en la entonces Escuela Militar de Paracaidistas, la actividad del paracaidismo ha evolucionado mucho: nuevos sistemas de navegación, incremento de alturas de lanzamiento, reducción de altitudes mínimas de apertura y, más recientemente, el cambio definitivo en la enseñanza que introduce el simulador de entrenamiento, coloquialmente conocido como túnel de viento vertical.
Además, la base aérea alberga una de las tres patrullas de exhibición del Ejército del Aire y del Espacio, la Patrulla Acrobática de Paracaidismo (PAPEA), que es la más veterana de las patrullas, pues fue creada hace casi cuarenta y cinco años. Asimismo, la base acoge al 721 Escuadrón, dotado con C-212 Aviocar, cuyas tripulaciones realizan las misiones de lanzamiento paracaidista, además de colaborar con otras unidades y ejércitos y contribuir a la realización de las exhibiciones de la PAPEA.
Las campanas de los paracaídas han formado parte de los cielos de Murcia, símbolo de admiración para unos, de inspiración para otros y de vocación para muchos. A día de hoy no se concibe la Región de Murcia sin sus paracaidistas, ni la Base Aérea de Alcantarilla sin los murcianos, que tanto cariño y devoción profesan de su tierra, cuna del paracaidismo militar español.
Actualmente, en la EMPMP confluyen tradición e innovación, algo que es palpable en las propias infraestructuras que alberga la base. Conviven edificios de 1937 con estructuras modernas inauguradas en el siglo XXI como el simulador de apoyo aéreo (SIMFAC) que se emplea en la formación del personal perteneciente al Plan Nacional de Formación de Controlador de Ataque Terminal Conjunto (JTAC) o el túnel de viento utilizado en la instrucción paracaidista.
Su historia también está ligada a las diferentes aeronaves con las que ha estado dotada para cumplir su misión. Los primeros cursos a finales de los años 40 del siglo pasado se hicieron saltando desde los CASA-352, que era la versión española del célebre Junkers 52. Con ellos convivieron durante algunos años los Savoia-Marchetti SM-81. Más adelante se incorporaron los DC-3, que estuvieron en servicio en la escuela entre los años 1973 y 1976 y finalmente, en 1975, llegaron los primeros CASA-212 Aviocar que todavía siguen en servicio en el 721 Escuadrón.
Entre los años 2014 y 2020, en línea con la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas y con el Plan de Acción Aeroespacial del Estado, el 721 Escuadrón adquiere el compromiso de realizar las misiones del segmento de ala fija del Servicio Aéreo de Vigilancia Aduanera. De esta manera los pilotos y mecánicos de la unidad aseguraron durante seis años la operatividad de las misiones de patrulla marítima y el mantenimiento de las aeronaves C-212 de la Agencia Tributaria.
Acto conmemorativo con la presencia del rey Felipe VI
Para celebrar estos primeros 75 años de vida, el 24 de enero se celebró un acto en la Base Aérea de Alcantarilla, al que asistieron S. M. el rey Felipe VI, el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, general del aire Javier Salto Martínez-Avial.
Un acto en el que se realizaron distintos saltos paracaidistas. Uno en apertura automática con traje de época rememorando el primer salto, otro en apertura manual de 114 paracaidistas, que cubrieron el cielo de Murcia con sus campanas y, por último, una exhibición aérea de la PAPEA, que portó por primera vez en un acto oficial una bandera de 1350 metros cuadrados, nunca antes realizado en España.